jueves, 30 de octubre de 2014

¿Qué pasaría si la escopetarra hablara?

En el segundo piso de un café internet que también es billar, esta aleación de escopeta con guitarra decidió hablar con MALLPOCKET, se agarró los controles y con alto volumen contó el lado B de su historia.

MALLPOCKET: Tal vez nadie le ha hecho esta pregunta, pero ¿cómo está?

ESCOPETARRA: Entre afanada y agotada, porque además de verme flaca y no tener las curvas de mis primas las guitarras, tengo partes de metal en todo el cuerpo. En eso no pensaron cuando me fabricaron, que desplazarme sería pesador y agotador. ¡Y sí que me ha tocado salir a marchas, conciertos y cuanta cosa se le ha ocurrido a Cesitar!

M: César López, su creador. Dicen que la idea la vio de manos de un soldado, después del atentado de El Nogal. ¿Era usted?

E: No, soy hija de AK-47 Winchester y Fender Stratocaster, o sea, tengo sangre azul pistolera y musical. Siempre peleé con mi origen, pero desde que a Cesitar le dieron los arrebatos pacifistas y me volvió una mezcla de Transformer con Robotina rockera, me he sentido mejor. Obvio, también es gracias a Albert Walls, o Alberto Paredes, como le dicen aquí en esta nation. Él me tocó, me dio forma y la verdad me quedó gustando.

M: Tanto que se replicaron muchas hermanas suyas.
E: ¡Ninguna como yo, la primera! Soy la Amparo Grisales de esta familia. Yo vi nacer la que le regalaron a Juanes, esa condenada que se hizo rica en Beverly Hills. ¿Vendida por 17000 USD? Ni que fuera Sofía Vergara metalizada. También la que se llevó Fito Páez, esa era la más mugrosa. La que sí se creyó de mejor familia fue la que se fue a las Naciones Unidas; ingrata esa, además de langaruta vive ahora en Nueva York, ¡dizque le pusieron pastillas de oro a la muy maldita! Menos mal todo se devuelve, como la que le iban a regalar al papá de Krillin, al Dalái Lama. Uno de esos calvitos con ropa naranja dijo que era un regalo inapropiado y la deportó. Me le reí en las cuerdas.

M: Se volvió tan cotizada que hasta la robaron, ¿qué tal fue esa experiencia?

E: ¡Daría todo por olvidar ese día! Cesitar estaba todo enérgico en el escenario y le dio dizque por pedirle a la gente que alzara los brazos y los meciera, pero no para demostrar paz, sino para que le hicieran cama de aire y se pudiera lanzar como el rockstar que no es. Era viernes, así que quería algo para relajarme. Me agarró un técnico y me llevó al camerino, donde me acuerdo que le pedí que se tomara unos tragos conmigo. El tipo me envolvió y creo que mezcló aguardiente con cerveza, porque cuando me fui a meter en el estuche me desplomé inconsciente.

M: Suena muy humana esa captura. ¿Qué más pasó?

E: Desde que me metí en esto de promover la paz, me humanicé. Es fácil, no entiendo por qué los humanos se complican tanto. El caso es que me desperté envuelta con unos pañales sucios, y vomité todo el trago, el aceite y cuanto tetero me había succionado en la vida. Estaba en una compraventa y oía risas y madrazos con acento paisa. Ahí me asusté, porque estaba más perdida que una bala, o peor, más perdida que el último disco de Cesitar.

M: La policía dice que la recuperaron en la calle.

E: Siempre he tenido algo de callejera, así que me dispuse a hacerle ojitos a una cámara de seguridad que me coqueteó desde que entré. La camarita esta, picarona y fisgona, mandó señales a la policía, lo que alertó a los rateros esos. Me agarraron a la brava y me montaron en un metro repleto de gente, de donde me lanzaron por la ventana cuando llegaron a hacer un retén. Caí al pie de una parroquia y ahí fue que me encontró la policía. Cesitar me abrazó y dijo en las noticias que dizque me iba a dejar allá como símbolo de paz. Yo le saqué pistola por bobo.

M: Usted es el símbolo de la generación de la No-violencia. ¿No fue como muy grosera su actitud?
E: Prefiero que me vean como una diva de la paz y armonía, pero de puertas para adentro una tiene que hacerse respetar, así toque darle plomo al que sea.

M: Conseguir esta entrevista requirió presentar papeles seis meses antes, fotocopia del RUT actualizado y certificado de vacunas completo. ¿Su agenda es así de apretada como dicen? ¿No es una actitud de diva?

E: Entiéndame, así somos las chicas difíciles. Si hice a esperar a Kofi Annan en 2007, y detrás de él a gente como Manu Chao, Bob Geldorf y muchos otros drogadictos que la montan de filántropos, ¿cómo no a ustedes? De hecho, después de los 5 minutos el taxímetro empieza a correr, así como dice Cesitar cuando los músicos van a su estudio.

M: Calle 13 y Julian Assange hicieron una canción, Multi Viral. ¿Cómo le fue debutando como estrella del videoclip?

E: En principio fue bueno, pero después se puso pesado. Kacho, el director, casi no da el fuera del aire por andar tocándome las cuerdas, fascinado elogiando a Cesitar. Los de Calle 13 se dieron cuenta y empezaron a hacerle rimas insinuantes, y todo terminó en una protesta que de pacífica no tuvo sino el nombre. Por mi lado, me enfoqué en mostrar que soy multifacética, así que compartí con la guitarra de Tom Morello y pude grabar algunos punteos que recortaron.

Cuando le fuimos a pedir un mensaje de paz, volvió a hacer pistola ofuscada, porque llegaron a recogerla para tocar en la inauguración de un jardín infantil en la franja de Gaza. 


Publicado en la Revista Mallpocket de Octubre de 2014

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