viernes, 23 de septiembre de 2011

Fiebre de padre (2x1)

Así es, amados caba-ñeros. Un (1) mismo día, dos (2) entradas. Un (1) aniversario, dos (2) reflexiones poderosas. Así parece ser todo en la vida, uno compra un (1) saco y recibe también un pantalón dañado en promoción. Uno vende una (1) idea y le roban el doble (2). A decir verdad, sigo creyendo en que dos (2) son mejor que uno (1) y en que dos (2) y dos (2) son cuatro, así la gente siga creyendo que estar solo (1) es el camino a la felicidad. Para mí no hay nada como disfrutar pensando junto a otra cabeza y valorar el hecho de tener a alguien que completa la existencia.

Tranquilos, no voy a hablar de amor ni de pendejadas baratas, porque está claro que hablar de amor está sobrevalorado. Hoy me doy cuenta que la alegría se disfruta más cuando se vive por partida doble (2) , cuando uno (1) ve a alguien realmente feliz. La partida doble (2) es lo más cristiano que puede existir, pues siempre he creído que cuando uno (1) da un paso para acercarse a Dios, Él ya ha dado dos (2) . Otra vez esa relación 2x1 y sigo sin decir nada importante.

Hoy me esforcé el doble (2). Me esforcé, caminé, luché, llamé y lo logré: recibí una (1) confirmación de mi papá, quien aceptó almorzar conmigo. Hoy le manifesté no una (1), sino dos (2) veces, lo mucho que lo he extrañado en este primer (1) año de distancia, lo mucho que he extrañado aprender de la vida a su lado. Él, con una extraña sequedad en sus ojos, lo dijo una (1) sola vez, resumido así: a mí también me duele, y el doble (2). Los papeles se cambiaron cuando él empezó a sacar el dolor de haber fracasado en su matrimonio, de estar sufriendo y de ser el crucificado del asunto. Dos (2) veces me mencionó que sufría y yo una (1) le dije que todavía estaba a tiempo de enfilarse hacia el propósito con el cual fue creado: hacer familia. Le dije una (1) vez que él todavía era mi héroe y él pidió limonada doble (2).

Podría seguir con las cifras, pero siempre que uno (1) multiplica dos (2) por uno (1) obtendrá dos (2). Por más que uno (1) intente reparar en las dos (2) veces que fue lastimado, será más libre si lo toma como una (1) oportunidad para perdonar. Así decido celebrar este primer (1) prolífico año de escritura, entregándole a mi hijo #1 (1) dos (2) nuevos retos: por un (1) lado albergar elementos cada vez más aterrizados y cómicos; y en segundo (2) lugar, seguir prevaleciendo, confiando y creyendo que todo hijo soportará a su padre algún día. Seguramente este padre verá con quién puede contar tal vez no en un (1) año, ni dos (2), sino en el tiempo adecuado para darse cuenta de familia solo hay una (1), así como siempre debió ser.

@benditoavila

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