miércoles, 30 de enero de 2013

Fiebre de cura cabañera

 Aquí, encerrado en mi casa un día de 2010 en el que me quedé sin trabajo y para salir de pobre y no volverme loco, creé este blog cristi-maléfico.


Navegando y perdiendo el tiempo en Internet, que es lo que una mente oficinista sana realmente hace, encontré que esto de La Fiebre de las Cabañas ya es un problema de salubridad cristiana privada, que esto de generar revueltas santas tiene su precio y su very very. Un señor de los Anillos llamado Ryn Gargulinski, que después de buscar en Google resultó ser señora, escribió Cómo curar la fiebre de cabaña, pues resulta que sí se le tiene el remedio a fiebres tan enfermizas como la amarilla, la de sábado en la noche y esta. Aquí la versión caba-ñera.


Es invierno en Bogotá. Hace frío y estás lejos de casa. Hace tiempo que estás sentado sobre esa piedra, pero como está oscuro, te preguntas para qué sirven las piedras. Y quieres gritar. No porque tengas miedo de la fría oscuridad del invierno, sino porque un atracador con saco de Warner Bros está adelante tuyo, con la cara cortada y el bozo más afilado que el cuchillo que te empuña. Estás perdiendo la cabeza, porque no salías de casa y andabas encerrado durante días. Este encierro, que además tiene un hijo llamado desempleo y un primero mejor conocido como repulsión a que el cerebro se averie, ha terminado con llevarte a hacer un blog que terminó conociéndose como La Fiebre de las Cabañas, porque como te pareces a Woody Allen, Chespirito y al Jack Torrance de El Resplandor, había que sacar algo con eso. La Fiebre de las Cabañas puede afligir incluso a las personas más alegres y religiosas, así que no te sientas solo en tu locura porque los caba-ñeros somos más. Tampoco te sientes y te regocijes en ella, ni que fuera silla. Estos consejos te ayudarán a superar La Fiebre de las Cabañas,  e incluso a divertirte un poco. Que viva.

Nivel de dificultad: Moderadamente imposible

Necesitarás: Dejar de ser tan Lámpara y ver la realidad con el espectro completo

Instrucciones:

1. Duerme lo necesario. Los osos hibernan durante meses y no hay nada que te impida imitar ese comportamiento, salvo el aspecto de morsa amorfa que lograrás y una que otra burla que de este servidor recibirás. Para eso está el invierno, para sacar de sus garras algo inédito, algo creativo, algo musical. Dormir es una buena forma de evasión y también una forma de descansar para estar preparado para la primavera y el verano que te esperan, pero como vivimos en un país sin estaciones, resígnate a enfrentar tus problemas así llueva, truene o relampaguee. Si no puedes dormirte en el momento, ayúdate leyendo algún material aburrido, como las páginas financieras del periódico, el libro de Números u Orgullo y Prejuicio; o consigue algunos CD de reggae roots o jazz que te ayuden a relajar.


2.Báñate y perfúmate. Los baños son otra forma de evasión que relajan, matan el tiempo y sencillamente te hacen sentir bien. Ten cuidado con el exceso de agua caliente, no vaya a ser que despiertes el amor antes de tiempo. Te diría que hagas una profesión de comprar montones de jabón de baño, aceite y otras cosas divertidas que puedas poner en la tina, pero como eres pobre, pagas Icetex y además algún servicio público que nunca usas en donde vives, dúchate y sal rápido antes de que el taco se salte de nuevo, como la vez que tu abuela se electrocutó por pasarse de tiempo. Haz una gran compra de productos de baño cada otoño del patriarca para proveerte en el invierno que llega. Asegúrate de incluir incienso comprado con monedas de baja gama a algún punkero en la calle, CD de música clásica y velas aromáticas, como dice tu horóscopo cristiano, en el cual eres sanguíneo, colérico, melancólico o flemático.

3. Consigue una lámpara de espectro completo, o en su defecto deja de ser tan Lámpara y ve la realidad con el espectro completo. Como la luz del sol es escasa, y lo esencial es invisible para los ojos como decía el Principito, pide una grúa que te ayude a levantar tu ánimo, ojalá de esas que han estado cerca de muchos postes para que con una luz te estimulen. Estas cosas hacen maravillas y se pueden adquirir en las tiendas de muebles o en Internet, lugares donde ni se compra ni se vende el cariño verdadero, ni mucho menos la decencia y la integridad.

4.  Permítete el lujo de tener un hobbit. Son muy Ávila: pequeños, confiables, caribonitos y ariscos cuando toca. Cuando hayas dormido y te hayas duchado por segunda vez, búscate alguna tarea divertida, como limpiarle los restos de Corega a algún anciano de tu localidad. Quizás te guste hacer punto pero no hayas tocado las agujas en siglos, porque lo tuyo era el perico. Quizás quieras retomar tus habilidades con la pintura, escultura, fleteo, cosquilleo y demás distracciones de tu pubertad. Hasta las empresas menos creativas, como organizar ese armario del que siempre caen cosas sobre tu cabeza, pueden mantenerte ocupado y hacerte sentir productivo.Esta parte sí queda tal cual.

5. Sal afuera de todos modos, porque eso de salir adentro suena muy feo y hasta ilógico. Cuando hayas visto que has pasado más aceite que un R9 y ya no lo puedes soportar, vístete y sal fuera, porque ya se dijo que a adentro solo salen los retrasados. Intenta escoger un día que no tenga una tormenta de ideas tan terrible como las peleas de Santos y Uribe, y asegúrate de vestirte adecuada y decorosamente. Gorro, guantes, bóxers, botas, baby doll, abrigo grueso, calzoncillos largos, bufanda: ponte lo que encuentres. Llévate la cámara de gas para hacer algunas fotos tuyas ahogándote; cuando vuelvas luego, podrás pasarte horas haciendo un collage con ellas, un plan más emocionante que la noche de siluetas de Skinner.

6. Sal de la ciudad, y del mundo si es posible. Los casos más graves en La Fiebre de las Cabañas han iniciado con gente insatisfecha ante lo que el sistema les quiere meter. Te beneficiará mucho comprarte un perro, una gata o algún tiquete a Los Ángeles. Si no puedes permitirte un viaje así, haz unas mini vacaciones a La Castellana, a La Vecindad o incluso a un centro comercial en donde puedas moverte y revitalizarte gratis.


 @benditoavila

1 comentario:

  1. Excelente, ese humor negro, o más bien debería decir ese humor cabañero hace exquisita la lectura.

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