martes, 4 de diciembre de 2012

Al Rescate

Seré breve: este 2012 cumplí un sueño de 2002. Sí, diez años después. Esa parece ser la tendencia de mi vida real: logro las metas, cumplo los sueños y además los hago públicos tras mucho tiempo de callarlos, de pensarlos y esperarlos. Lo cierto es que la gente cree que eso fue porque todo se dio, o porque corrí con suerte. No es cuestión de suerte, porque esa es la excusa de los mediocres. Yo prefiero ser como Harvey Dent: un promisorio activista que fabrica su suerte, sin llegar a ser un dos caras.

Cuando uno va a acercarse a gente que admira siempre hay una suerte de miedo, porque nadie quiere ver a esos grandes en su humanidad: uno espera que sean como uno los ve; pero estar cerca involucra ver cómo se comportan, si más que posar son como uno cree que son. Lo mejor de conocer a los grandes es precisamente eso: comprobar su humanidad y entender que nadie es digno de ser idolatrado, porque además ellos mismo lo tienen claro. Todo esto alcancé a pensar cuando recibí una llamada sorpresa de una amiga, quien de forma afanada me pidió que la acompañara a Eldorado a recoger a mi banda favorita, que venía desde Argentina y estaba esperando que los recogiéramos. Era real: era yo frente a Sergio Ramos, Rubén López, Marcelo Barrera, Marcelo Tega, Ulises Eyherabide. Era yo, al rescate de Rescate.

Marcelo Barrera (guitarrista) y Rubén López (trompetista y mánager de giras). Desde ese iPhone manejan su Facebook y Twitter oficial. 

De pie Marcelo Tega (bajista), Ulises Eyherabide (guitarra y voz) y Sergio Ramos (batería) comiendo granos de café colombianos mientras contaban del vuelo.

Como siempre he creído que la integridad de un artista se ve cuando está abajo de la tarima, cuando es un mortal más, me impactó verlos ahí, tan personas, tan sencillos, tan descomplicados a pesar de haber dormido tan solo una hora. La noche anterior, Rescate estaba tocando frente a más de 15 000 argentinos en un evento llamado Rock & Vida, una especie de festival ecuménico en torno a la prevención del VIH. Fue lo primero que me contaron, aunque ya lo sabía. Así como sabía sus nombres completos, estados civiles y demás información básica. Eso siempre me ha pasado: me vuelvo especialista en lo que me gusta, para ahí sí poder hablar con autoridad del tema.

Los que me conocen, saben que Rescate para mí es como The Beatles para Manolo Bellón, o U2 para alguien a quien le guste mucho U2, o como Arcángel para mi hermano. Cuando uno ama una banda, uno sueña con ese momento en el que les podrá preguntar mil cosas, de sus canciones, de sus letras, de sus historias de vida. Hablamos de Álex Campos, de la MCI, de sus conciertos en Bogotá, de los discos difíciles de conseguir, del libro que Ulises escribió, de sus hijos y sus pequeñas bandas, de Colcafé, del Sida, de sus Iglesias en Rosario, de mi Iglesia en Bogotá, de Dios.

Hablamos de música y se enteraron que yo era bajista. Me sorprendió la naturalidad con la que Marcelo Tega me ofreció su Soame, me contó que lo hizo un luthier argentino y que hasta me lo podía vender si me había gustado. Le di las gracias y le conté que toco con Lakland y de ahí no me moveré por ahora. No sé si alguien logre comprender esto, pero para un músico compartir el instrumento con que atacará esa misma noche, es un acto de confianza e intimidad que involucra responsabilidad. Probé el bajo y fue increíble. No me lavé las manos desde ese día.


Aunque era un bajo, le di como a violín prestado. Nótese al fondo que seguridad y policía ya venían a apresarme, tan solo por tener bigote hipster.

Hasta este punto, muchos de ustedes, oh amados caba-ñeros y caba-ñeras, pueden estar pensando que soy una groupie bigotuda y desesperada, que además me excedo, que soy un idólatra, que maldito el hombre que confía en el hombre y cuando insulto santo se les ocurra. No me interesa. Lo cierto es que me doy por bien servido, porque creo en un Dios que inclusive alcahuetea los sueños tontos, esos que no tienen que ver con grandes gestas humanitarias ni de salvación, aunque en mi caso sí.

Rescate fue la banda que me mostró que ser cristiano no era vivir en ñoñería ni en falsa espiritualidad, que me llevó a plantarme en una Iglesia y a construir una relación con Dios, que me retó a salir a la calle a meterme en problemas que no me competían, todo por una razón. Gracias a su música entendí la importancia de una espiritualidad aplicada, mucho más en una era donde Dios da el paso pero a nosotros nos compete hacer nuestra parte.  Iba a escribir que "Rescate me rescató", pero creo que es un titular predecible y además obvio. Obvio que así fue y así ha sido.

Rescate y yo tenemos algo en común: seguimos la luz aunque no lo parezca.

Hasta ahí podría darme por bien servido, pero si algo aprendí este 2012 es que las bendiciones de Dios llegan completas, no a medias. Si ver a la banda favorita de uno en vivo ya es algo grande, hablar con ellos, montar en la misma van y llevarlos a almorzar en un reconocido restaurante de hamburguesas es más que una credencial VIP, es algo indescriptible. Tan indescriptible como a lo lejos oír un par de voces pregonar: "¡Esos son los de Rescate. Hola, Rescate!". Ahí me congelé, porque reconocí perfectamente ante quiénes estaba ahora.

Lo que sucedió después merece entrada aparte. O sea, dele clic aquí para saber qué pasó después.


@benditoavila

5 comentarios:

  1. Me encantó tu relato. Yo he tenido la experiencia de convivir con ellos y sé de lo que hablas. Bueno, esperamos a leer lo que sigue. :D Saludos desde México.

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  2. felicidades Me Alegra Por ti, Haci como Dios Cumplió Tu Sueño Que Es Igual al De Muchos... Como Yo Algún Día Dios Cumplirá El Mio De Conocerlos A Ellos A RESCATE, Que Han Sido Una Gran Bendición Para MI Vida... Bendiciones :)

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  3. Que buen texto, uno de los tantos de este blog, esperamos leer lo que sigue pronto.

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  4. Ja! excelente. "No me interesa. Lo cierto es que me doy por bien servido, porque creo en un Dios que inclusive alcahuetea los sueños tontos, esos que no tienen que ver con grandes gestas humanitarias ni de salvación, aunque en mi caso sí." TAL CUAL.

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