jueves, 21 de octubre de 2010

Participo-anticipo

Como desconozco completamente los protocolos que se manejan en matrimonios, divorcios, funerales, confirmaciones y demás eventos sociales relevantes, he decicido compartir el mío, que tal vez sea relevante pero también irreversible. El martes 26 de octubre que viene recibiré el diploma de Comunicador social javeriano, algo que se veía venir y que he esperado por mucho tiempo (esto lo dice la familia de parte de papá, y la de mamá, y yo también). Es un privilegio ser el primer Ávila y el primer Rincón de mi generación en recibir algún título profesional.

Como no pienso hacer "Rumba de grado", ni "Foforrito rico en Andrés DC", ni nada de eso, he decidido seguir mi vida igual que cuando no tenía el cartón. Seguiré buscando la excelencia, confiando y confesando a bocajarro que creo fuertemente en Jesús, reflexionando sobre mi vida, haciendo radio musical y hablada, escuchando música, no yendo a fiestas, no bebiendo, viendo mucha televisión, escribiendo, riendome de la vida, amando a mi familia, actualizando el blog, soñando con cambiar el mundo, comunicando entre otras actividades. Ahora espero me paguen más (o me paguen) por hacer lo que siempre me ha gustado.

Quiero hacer público mi agradecimiento a cada uno de ustedes, porque sin querer queriendo, o queriendo serlo, han sido una parte vital de estos últimos cinco años de vida. Gracias por apadrinarme con sus palabras e ideas, bendecirme con sus presencias y enseñarme que más allá del diploma, las menciones, las notas y el icetex (deuda pública) está lo más importante: haber aprendido de todos y cada uno de ustedes.

Gracias a Dios por darnos buenas ideas y a ustedes por ser como son. Amigos, maestros, profesores, compañeros de trabajo, familiares y demás remoquetes en donde quepan. Bendiciones para todos.



Foto pronóstico del día del grado, compartiendo con algún javeriano.

lunes, 18 de octubre de 2010

Lista de regalos

El 26 de octubre recibiré mi primer diploma. He recibido varios pero este cobra valor especial porque luché muy duro para obtenerlo. Hice lo que me tocaba y hasta más para poder lograrlo. Uno estudia en el jardín y recibe consecuentemente el pequeño papel que lo acredita como Charliebrownista, otro cuando se acaba el colegio y se es un Tomasino, hombre de verdad. Diplomas que la plata y los contactos remedian y que a la postre vienen porque sí.

Eso son los diplomas: objetos inanimados que no deberían restringirse. Si nos detenemos a verlo a uno deberían darle diplomas cada rato. Propongo una fuerte comitiva de "endiplomamiento" de las causas nobles, como "Diploma a mejor zapping televisivo", "Diploma al mejor degustador en supermercados", o "Diploma al manejo más rudo, rápido y procaz de quejas y reclamos en emisoras universitarias". Podría competir fiel y alegremente para cualquiera de las menciones.

Es por eso que no he reparado en el diploma, sino que he decidido elaborar una lista de regalos, de todo lo que espero tras sostener el cartón javeriano. Cabe aclarar que tampoco pienso realizar ninguna fiesta o celebración de grado debido a mi carácter un tanto misántropo y neurótico cuando se me preguntan cosas como: ¿Y cuándo es la rumbita? Prefiero hacer participaciones (que tampoco sé para qué uno le participa de un grado a quien no ha participado en la vida académica o simplemente en la vida de uno).


-Una colección de los grandes éxitos de Hate a Greis.
-Una cuerda negra especial para sostener gafas Ray-Ban Wayfarer en el cuello.
-Dos porciones de avena helada.
-Un trabajo estable, digno y en porcelanicrón por si hay caídas no se magulle.
-Una sombrilla varonil.
-Dos yoyos o dos cocas, ojalá transparentes.
-Un juego de Super triumph, ojalá de motos japonesas.
-Algunos bonos de esos que dicen: Vale por un abrazo, o Bono canjeable por tu sueño.
-Una camiseta de The Beatles o de Batman, o de Los Cazafantasmas, o de Las tortugas ninja.
-Un LP de Chespirito, o de El Joe, o de alguna banda sonora vieja.
-Un libro cuyo título finalice con en el reconocido para dummies.
-Una foto autografiada de mi nuevo artista top(porque soy yo): Luisk de León y Alejo Martinez (http://www.youtube.com/watch?v=03EEHp-PyMw). Este fanatismo nace de buscar en YouTube mi nombre y encontrarme que él sí es el Luis Carlos que tanto han pedido en Melgar.
-Un vaso-pitillo con la cara de Pacheco o de Gloria Valencia.
-Algo de Nubeluz. Lo que sea.
-Un cinturón negro con chapa de luchador mexicano.
-Un lipstick de Justin Bieber.
-Un tarro pequeño de Piralvex, para heridas en la boca.
-Un diploma en el que me gane algo.

viernes, 8 de octubre de 2010

Desperate Housekeeper

Hay días en que no sirve forzarse ni esforzarse. Ayer fue un día de esos. El encierro hace su parte y saca al Jack Torrance que creía ya no llevar dentro de mí, pero que con el pasar de los días detona oscuras pasiones y extraños dolores. Hoy soy el señor Burns: no les traigo paz ni amor, hoy traigo dolor, penumbra, incertidumbre. Hoy ya no soy yo.

Leo, cocino, limpio, leo, escribo. Una rutina que para muchas personas sería el paraíso pero que insisto en que no es tan chévere como parece. Las rutinas son una suerte de ocio predeterminado que desinfla la creatividad y me acerca a mi más profundo temor: que se me olvide pensar y reflexionar.

Ayer fue un día de raras rutinas. Después de mucho tiempo sin hacerlo, salí a una charla con tinte académico. A veces este tipo de ejercicios que para algunos son mamertos y para otros son rarófonos ayudan a encontrarse con un universo fuera de las seis paredes de una habitación cualquiera. Digo seis porque he intentado escapar por todas las aristas posibles a esto, que más que problema se ha vuelto una especie de suplicio prolongado: el desempleo.

Salgo a Transmilenio y veo caras, miles de caras. Algunas sonríen, otras no, pero a todas quisiera tratarlas como el tipo de la zancadilla. (http://www.youtube.com/watch?v=DikTCMcQSNc). De hecho, la estación en la que estuve era tan parecida que por mi envenenada mente caba-ñera tracé el camino para no hacerlo una ni dos ni tres, sino todas las veces posible. Hay que ver las caras de las personas cuando ven que alguien se enfrenta a su violencia interior, esa violencia que se cocina en toda la humanidad pero que son (o somos) pocos los que decidimos rastrear.

Recordé al Meursault de El extranjero. Quise matar árabes en la playa bogotana y así inyectarle adrenalina a lo crapulento del desempleo precoz. Lo curioso es que este tipo de sentimientos son apócrifos para alguien que profesa el amor al prójimo y el perdón como estilo de vida. Fue ahí cuando me sacudí la cabeza y entendí que Mr. Hyde no nace sino se hace en las ideas de quien le permite anidarse.

Si hoy ya no soy yo, ayer casi soy otro. Estuve en una charla de literatura y rock que disfruté con agrado. Fui acompañado por partida doble, pues dos amigas cercanas que también denigran como yo de no tener empleo estable, se animaron ante la iniciativa. Disfruté escuchar de nuevo expresiones como corpus del texto, y algunas otras que cualquier literato utiliza cuando se refiere a la construcción de su obra. Me gusta salir y dejar que otros me resquebrajen la cabeza y me enseñen cómo ven el mundo, porque así entiendo de cuánto necesito la calle y los peatones que la invaden. No esperábamos que el Centro Comercial que visitamos estuviera en celebración de aniversario ni mucho menos que nos ofrecieran torta gratis. Acudimos gustosos.

Ya de llegada, acordamos comprar algo de comer para cocinar en casa, pues en estos tiempos preferimos cuidar el bolsillo y darnos lujos que no superen la cuota personal de amigo secreto de una empresa pequeña. Hay días en que no sirve forzarse ni esforzarse. Ayer fue un día de esos, mucho más cuando entramos y el gato de mi amiga estaba totalmente desvencijado y sin vigor en brazos de su compañera de habitación, quien con los ojos emparamados nos pedía ayuda y calma a la vez. La noche prometía ser larga.

Salimos presurosos a una veterinaria cerca, donde el amable doctor Paredes nos reportó que no era gato sino gata. He ahí el primer problema, el pobre animal ya estaba siendo levantado con un duro complejo de identidad agravado por mí, ya que desde que me lo presentaron le cambié el nombre: de Quino a Gizmo, por su mancha aparentemente calcada del tierno personaje de Los Gremlins. Así que ya no era ni Quino ni mucho menos Gizmo, ahora era una felina con un trauma craneal y bautizada por sugerencia del doctor como Mafalda. El parte no era favorable así que nos pidieron ir a esperar a casa.

Prendí el PC y curiosamente terminé buscando música de Hillsong, algo que no tenía nada que ver con literatura y rock, como para darles tranquilidad a las tres mujeres que alborotadamente se preocupaban, cada una a su estilo. Fue ahí que entendí eso de las raras rutinas rotas, porque este desperate housekeeper del barrio Cedritos ahora estaba en Niza 9 pidiéndole a Dios que hiciera su parte.

Fue gratificante quitarme el delantal de la mañana para ponerme la camisa por la noche, pasar de mano de obra en la cocina a ser alguien que realmente aporta algo. Hicimos lo que hacemos los cristianos: oramos, le pedimos que hiciera Su voluntad pero lo más importante, dimos gracias. Ahí entendí que mi actitud punkera de todo el día no había servido de nada hasta el momento en que pude levantar mis manos hacia el cielo y pensar en que Él tiene (y siempre ha tenido) el control de la vida de todos aquellos que se lo pedimos.

Paredes llamó, pero yo constesté. Efectivamente, Mafalfa falleció casi media hora después de que la dejamos, pero pocos minutos después de que se la entregamos a la soberanía de Dios. Fuimos por ella, nos despedimos y dejamos su cuerpo para que le dieran cristiana y felina sepultura. Nos limpiamos los zapatos y escuchamos Mutemath como para justificar la comida que ya habíamos comprado antes del deceso.

Ayer fue un día de raras rutinas rotas. Valió la pena salir tan solo por la gratitud de mis amigas, quienes me agradecieron por estar ahí. Revisé las monedas que me quedaban y salí al frío de la ciudad mientras en mi cabeza sonaba Mutemath de nuevo.
(http://www.youtube.com/watch?v=Cx42vYTpsto)

It's ok, It's ok
It's ok, It's ok
You've become my embrace
Just tell me it's ok

miércoles, 6 de octubre de 2010

Recomendaciones de lectura caba-ñera

Después de un respetable consejo de seguridad con mi comité asesor; integrado por Alejandro Villalobos, la Cicciolina, Ricardo Arjona, el Padre Chucho, Agmeth Escaf, Uribito, Íngrid Betancourt (a través de Skype debido al exilio) y el administrador del conjunto residencial en el que pernocto (quien se autoinvitó por prestar el salón comunal sin cobrarme finca), he decidido dar unas serias recomendaciones para disfrutar este delicioso coctel virtual, este entremés de letras letradas sacadas de donde se sacan las letras letradas: una letrina cualquiera. ¡NO SE ME ALEBRESTE, QUE SE LE VA A DAR BIEN MENUDO!

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1. No lo mezcle con radio cristiana. Por el amor de Dios, escuche música cristiana pero nunca radio cristiana, porque puede correr el riesgo de creer que diciendo bacano, sabrosito, rumbita santa y humillando a los que comparten la mesa de trabajo se confirma una radio de tanto nivel que merecería un espacio digno en el FM, porque sí se puede competir con la ñera. ¿Cómo harán radio de calidad si su propósito es calcar emisoras de esta calaña mental? Menos mal no escucho radio cristiana porque mi religión no me lo permite.


2. No utilice bebidas ni sustancias alucinógenas para rebajar el contenido. Recuerde que como las letras han sido extraídas de una letrina cualquiera no necesitan diluirse. Simplemente disfrute y no le crea a todo el que le dice que ese blog es re chévere mucho más con coca-cola, chamber o sardinas. Hay ciertos alimentos que podrían generar efectos secundarios si no se dan en porciones indicadas, así que sugerimos acompañarlo con un merengue apambichao y un mango porteño adobado y al ajillo de merluza.


3. Sírvase incluirse en el apelativo Los caba-ñeros, que no es más que una forma de llamar a los sórdidos lectores que nos visitan. No ofrezca dinero ni pretenda que se le cobre por acceder a tan prestigiosa sociedad secreta, que según la Revista Jetas del futuro competirá en algunas décadas con la cienciología por el dominio de las creencias de los famosos y postulará a los fundadores como grandes pensadores-escritores-conferencistas y motivadores católicos.


4. Mientras lee hágase la pregunta del millón: ¿Qué estoy haciendo con mi vida? Luego examínese las cutículas de sus dedos mientras sugiere cómo movilizar a los jóvenes para que lean libros así sea de manera virtual. Si está muy locochón, reflexione en el papel que ha ejecutado el dueto Pimpinela en la memoria colectiva de la tribu Masai y cómo la influencia de la AH1N1 en la política ha sido un invento jezabélico de Jim Morrison, quien comparte el anonimato en Islas Caimán con Elvis, Pablo Escobar y el payaso Bebé. Se dará cuenta de lo necesario que es luchar contra el desperdicio de leche de cabra y que la leche Klim es Milk al revés.